“The level of engagement and thoughtful exchange with the public during my four week drawing performance inside the courtyard of the Castillo de Vélez Blanco was profoundly gratifying. Nicknamed “La Brocha” (The Brush) in town, I was honored by the trust that evolved and deepened during my stay in Vélez Blanco and afforded me the privilege to present and create my work in such sacred and historic locations.
There were many surprises, including the impressive annual fireworks display that showered party debris onto the painting, the inclusion of red Saharan sand in each raindrop that fell (at least four unlikely storms that I can recall!), and the ever-present wind, “Los Grandes Ayres" de Los Vélez. At the Iglesia del Convento de San Luis, I was surprised to see my drawings become sculptures with a front and back thanks to the beautiful, double-faced, standing frames designed by Simon Beckmann. I was surprised to learn so many individual stories, generational family stories, that connect the people of Vélez Blanco to the Convento de San Luis and to the empty courtyard of the castle.
If the castle’s marble decoration now at the Met had not been absent, the castle itself would have remained attached to its original moment in Renaissance Spain. We would treat it as an artifact to be protected and treasured. Right now the Castle of Vélez Blanco is full of forward-looking conversation. I am so pleased to be at the beginning of that conversation."
Thank you to Simon and Donna Beckmann, Joya: arte + ecología; the Ayuntamiento de Vélez Blanco; Antonio Cabrera Gea, Mayor of Vélez Blanco; Dietmar Roth, Deputy Mayor and Councilman of Culture of Vélez Blanco; the Consejería de Cultura of the Junta de Andalusia; Alfredo Valdivia, Minister of Culture of Almería; Grupo Gabar; and Friends of Double Self Split..”
Melissa Marks
leer en español
"¡Gracias a todos los amigos de Double Self Split! Las dos exposiciones en España fueron recibidas con cariño y entusiasmo por la comunidad local, los turistas extranjeros, la prensa nacional y el gobierno regional. El nivel de implicación e intercambio reflexivo con el público que se dio durante la performance de cuatro semanas en el patio del castillo de Vélez Blanco fue profundamente gratificante. Apodada “La Brocha” en el pueblo, fui honrada con una confianza que evolucionó y profundizó durante mi estancia en Vélez Blanco y me otorgó el privilegio de presentar y crear mi obra en unas ubicaciones sagradas e históricas.
Hubo muchas sorpresas, incluyendo el impresionante espectáculo anual de fuegos artificiales que llenó la obra de restos de los festejos, la arena roja del Sáhara que llevaba cada gota de lluvia que cayó (¡hubo por lo menos cuatro insólitas tormentas que yo recuerde!), y el viento siempre presente, “Los Grandes Ayres” de Los Vélez. En la iglesia del convento de San Luis, me sorprendió ver mis dibujos convertirse en esculturas con una parte delantera y una trasera gracias a los bellos marcos de doble cara diseñados por Simon Beckmann. Me sorprendió descubrir tantas historias individuales, familiares y generacionales que conectan a la gente de Vélez Blanco con el patio vacío del castillo.
Estaba claro que estaba trabajando dentro de un amplio conjunto de ideas lo suficientemente generoso como para incorporar nuevas ideas al impredecible curso de la historia humana. Era importante que esta obra se desarrollara a lo largo de un periodo de tiempo, in situ, de una manera receptiva y espontánea, respaldada por un largo periodo de pensamiento, estudio y ensayo. Era importante que semejante compromiso con los valores, inquietudes, puntos fuertes y desafíos de la región hubiesen sido comprendidos y vividos por el equipo curatorial de Joya: arte + ecología. El riesgo que implicaba que el proceso creativo fuera transparente fue mi contribución y siento que todos lo comprendieron. Mi tarea no era simplemente hacer un dibujo dentro del patio vacío, sino hacer un dibujo del que estuviera orgullosa, uno que me sorprendiera a mí y a la audiencia. Mi esfuerzo tuvo una respuesta enormemente positiva y estoy muy agradecida.
Si la decoración de mármol del castillo que está ahora en el Metropolitan no hubiese estado ausente, el castillo habría permanecido unido a su momento original del Renacimiento español. Lo trataríamos como un artefacto que proteger y atesorar. Ahora mismo el castillo de Vélez Blanco está lleno de conversación que mira hacia delante. Me alegra estar en el comienzo de esa conversación.
Gracias a Simon y Donna Beckmann, Joya: arte + ecología; el Ayuntamiento de Vélez Blanco; Antonio Cabrera Gea, Alcalde de Vélez Blanco; Dietmar Roth, Teniente de Alcalde y Concejal de Cultura de Vélez Blanco; la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Alfredo Valdivia, Delegado de Cultura de Almería; el Grupo Gabar y los amigos de Double Self Split."
Melissa Marks